VIRGINIA GUZMÁN. Aunque el año 2011 se ha cerrado con cifras positivas, el sector de la Costa del Sol mira al nuevo ejercicio con un optimismo moderado y señala a dos factores como las principales amenazas a combatir para retornar a la senda del crecimiento: los bajos precios y la estacionalidad.
Son dos elementos en los que coinciden los representantes empresariales de la provincia que han acudido a Fitur. La crisis y el exceso de oferta han hecho que los precios hayan descendido, lo que deja poco margen de beneficio y reduce el volumen de negocio, y la estacionalidad se ha acentuado aún más, por lo que frente a temporadas altas de buenos resultados se presentan temporadas de invierno muy flojas para un sector que aspira a estar abierto los doce meses del año. De ahí que apuesten por vender mejor la oferta complementaria y por buscar nuevos segmentos que aseguren un flujo de turistas en todas las temporadas.
«Tenemos que poner en valor las herramientas que tenemos, que son la oferta y la calidad, y que lleguen al cliente final», asegura el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano. «Las últimas tendencias hablan de crear nuevos productos, de trasladarle experiencias al viajero y en la Costa del Sol tenemos esa oferta, hay que ordenarla y saber trasladarla, porque tenemos una amplia oferta complementaria al sol y playa».
scribano valora los buenos datos de 2011, pero insiste en que esas cifras «también demuestra la gran diferencia que hay en ocupación y pernoctaciones entre el verano y el invierno». El presidente de Aehcos destaca también que «el incremento de costes no ha venido aparejado con un aumento en el precio medio» y aboga por no seguir usando el precio medio «como estrategia de marketing». «Todos trabajamos para ser competitivos, pero debemos hacernos valer en base a nuestra calidad y ésta tiene un precio».
De forma similar se pronuncia José Prieto, empresario y responsable de Turismo de la Cámara de Comercio, que asegura que los precios no deben descender más. « La oferta ha crecido demasiado, hay exceso, y los precios se bajan incluso en temporada alta, pero no se pueden bajar más, lo que hay es que buscar actividades, y buscar a la gente interesada en esas actividades. Hay que ir allí donde están», incide Prieto, que cree que no todo tiene que basarse en la Red – «internet da mucha información, pero tenemos que ir a vender donde está el cliente– y relaciona la estacionalidad con los precios. «Antes había gente que no podía pagar los precios de temporada alta y se venía en temporada media o baja. Ahora, si cuesta igual venir un Jueves Santo que en febrero, se vienen en Semana Santa porque además pueden ver más cosas».
Prieto considera que Fitur «sigue siendo interesante para algunas cosas», pero cree que con el 20% de los que se invierte «sería suficiente y el otro 80% se debería dedicar a buscar grupos de viajeros y contarles lo que tenemos». «Creo que hay que revitalizar la vida de la Costa, que está un poco muerta en invierno, y eso se hace limpiando mucho, poniendo el patio bonito, organizando actividades y contándoselo al cliente. Hay que ir a buscar a la gente, saber sus necesidades e ir a por ellos», destaca.
También el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEM), Javier González de Lara, reconoce que la lucha contra la estacionalidad «no es nada fácil». «Tendremos que hacer ver que la Costa del Sol está abierta todo el año. Por más que lo decimos no somos capaces de vender mejor el clima, que es nuestro principal activo», afirma, al tiempo que explica que hay que entrar «en competencia directa con otros países que no pueden ofrecer lo que nosotros tenemos, en el ámbito europeo». «El Caribe si nos puede hacer competencia con el clima, pero en Europa no y eso deberíamos trasladarlo mejor, ver la manera de ser más competitivos, mejorar nuestro servicio, nuestra calidad, y ofrecer segmentos complementarios al sol y playa para otras estaciones del año. Se está trabajando en buena dirección pero tenemos que apretar», matiza González de Lara, quien cree necesario hacer «muchísimos esfuerzos» para no perder cuota de mercado. El presidente de la CEM también reconoce que existe un problema de rentabilidad. «Crece el turismo en global pero la rentabilidad de las empresas es incluso inferior. Y eso ocurre porque al final los precios se han tenido que bajar, porque hay destinos cada vez más competitivos en países emergentes y porque el turismo nacional tiene una atonía mayor».
Previsiones. El sector turístico malagueño coincide en señalar que en 2012 se mantendrá el buen momento del mercado extranjero, pero admiten que el nacional puede sufrir altibajos, dependiendo de los efectos que tengan los recortes que está acometiendo el Gobierno. «En el ambiente internacional la crisis no es tan pronunciada, aquí además de crisis tenemos falta de confianza y tenemos que recuperarla», asegura José Prieto, mientras que José Carlos Escribano resalta que «el mercado nacional puede ser la clave». «El gasto en vacaciones es directamente proporcional a la situación económica de las familias y no cabe duda de que los recortes afectan, aunque sabemos que hoy día viajar es casi una obligación, por lo que se puede tender a acortar las estancias y las distancias».
«Si el ciudadano tiene que ajustar su bolsillo a un entorno hostil y difícil sabemos que puede verse afectado. Si no levanta el turismo nacional tendremos que buscar nuevos escenarios y nuevas iniciativas», indica, por su parte, González de Lara.