La denuncia a esta mujer se remite a 1995 cuando Antonia se alojó en el Hotel Larios durante cuatro días en los que comió, bebió y durmió sin escatimar en nada con una media de 210 euros al día. Según la sentencia aún a sabiendas que no iba a hacer frente a su pago y lo abandonó tras decir que volvía enseguida.
Días más tarde se hizo una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 11que decretó su busca y captura, tras estar desaparecida. A esta sentencia le siguió una segunda en 1996 y una tercera que quedó sin efecto en 2005. Al fin dieron con una mujer ya casi anciana con 61 años de edad.
Se le ha condenado a cuatro meses de arresto mayor por un delito de estafa y a indemnizar al establecimiento hotelero con la cantidad pendiente más los intereses de estos, que después de once años son casi como la deuda, además tendrá que hacer frente a las costas del juicio.
Además esta señora tenía otras dos denuncias tras otros dos delitos de estafa, a una emisora de radio por el impago de una publicidad que contrató para anunciar su negocio y a una agencia de viajes por billetes de avión, estas deudas ascendían a 7.180 y 6.557 euros respectivamente.
El magistrado comunico que no se trataba de estafa sino de un incumplimiento contractual, ya que no se había actuado de forma premeditada.