Dirección: Partido de los Frontones, s/n, 29400 - Ronda
Teléfono: 952 11 40 17
https://hotelmolinodelarco.com
Director/Directora: Juan Clavero
En el repartimiento realizado por los Reyes Católicos tras la conquista de Ronda en 1485, D. Diego Clavero recibió esta heredad de olivar y viñedos que en el siglo I d.C. formó parte de los territorios de la antigua ciudad romana de Acinipo. A finales del siglo XVII, D. Bartolomé Clavero, aprovechando restos romanos y de una antigua edificación musulmana, construyó en esta finca un molino de aceite conocido en la época por el nombre de El Molino Nuevo, y que con el paso del tiempo pasó a denominarse El Molino de Clavero y, finalmente El Molino del Arco. Sus descendientes lo transformamos en hotel en el año 2004.
Tres jóvenes paisajistas requirieron al arquitecto ya desaparecido Miguel Fisac para que les ayudase en el diseño de los 10.000 metros cuadrados de jardín con que cuenta hoy la propiedad. El resultado revela lo obvio del acierto. Un perfume árabe rezuma de los olivos y los frutales, regados según dicta la tradición.
Los salones han sido concebidos para que te sientas como en casa. El salón principal es más sociable y se abre al patio central en el que, en pequeñas mesas, el viajero puede tomar lo que quiera y cuando quiera gracias a su Honesty Bar. Para una reunión más privada o para disfrutar de una sesión de cine entre amigos, al otro lado del patio, hay otro salón más íntimo y cálido, con techos abuhardillados y grandes vigas de madera.
La piscina, rodeada de césped, permite el bronceado y el descanso a los amantes del sol. Frente a Ronda y apartada del edificio encontrarás el refresco necesario en los días de verano.
Restauración:
El restaurante acoge al huésped en el comedor de techos abovedados e impresionantes vistas. Pocas mesas, bien cuidadas; ese es nuestro reto; nuestra vocación, hacer felices a los comensales que se sientan en ellas, con los mejores productos de la tierra y de nuestra huerta y, por supuesto, con los mejores vinos y aceite de oliva de Ronda.
Capacidad:
Habitaciones para estar, que invitan a la calma y la relajación. Un libro, una copa, una conversación o la simple contemplación. El tiempo no cuenta. Y tras sus ventanas, los patios, el olivar, el viñedo y el jardín: melancólico en otoño, espléndido y lleno de vida en primavera y fresco en verano. Sonidos, los del agua. Y en el horizonte, Ronda.